John Dewey
Nació en 1859 y murió en 1952, es el representante más
significativo de la pedagogía americana y quizá de la pedagogía contemporánea.
Influido por la concepción pragmatista de William James, Dewey comenzó por
oponer a la concepción herbartiana de la "educación por la
instrucción" su teoría de la "educación por la acción". En este
sentido acentuó el carácter de la educación como un "learning by
doing", como un aprender haciendo. Estas ideas las puso en práctica en su
citada escuela de Chicago. y de ella surgieron multitud de sugestiones y
experiencias para todo el mundo. La educación para él es a la vez una función
social y una función individual; por una parte es la suma total de procesos por
los cuales una comunidad transmite sus poderes y fines con el fin de asegurar su
propia existencia y desarrollo, y por otra, es también igual a crecimiento, a
una continua reconstrucción de la experiencia. La escuela no es una preparación
para la vida, sino la vida misma, depurada; en la escuela el niño tiene que aprender
a vivir. En cuanto al sentido de la actividad Dewey decía ya en 1900 en su obra
“La escuela y la sociedad: "Lo que importa guardar en el espíritu respecto
a la introducción de las diversas formas de ocupación es que mediante ellas se
renueva el espíritu de la escuela. Tiene ésta oportunidad para afiliarse a la vida,
para llegar a ser el ambiente natural del niño, donde éste aprende a vivir
directamente, en vez de ser un lugar donde se aprenden simplemente lecciones
que tengan una abstracta y remota referencia a alguna vida posible que haya de
realizarse en el porvenir. Tiene así la escuela una posibilidad de ser una
comunidad embrionaria una sociedad en miniatura".
Respecto
al método, Dewey considera a éste desde el punto de vista activo pidiendo:
1º
Que el alumno tenga una situación de experiencia directa, es decir, una
actividad continua en la que esté interesado por su propia cuenta.
2º
Que se plantee un problema auténtico dentro de esa situación como un estímulo
para el pensamiento;
3º
Que posea la información y haga las observaciones necesarias para tratarla;
4°
Que las soluciones se le ocurran a él, lo cual le hará responsable de que se desarrollen
de un modo ordenado, y
5º
Que tenga oportunidad para comprobar sus ideas por sus aplicaciones, aclarando
así su significación y descubriendo por sí mismo su validez.
Para
Dewey no hay dualidad u oposición entre, el método y la materia de enseñanza.
El
método es sólo la combinación o arreglo de la materia para hacerla más eficaz
no es exterior a ella, es sólo el tratamiento de la materia con el mínimo gasto
de energía.
Dewey
ha sido también uno de los más ardientes defensores de la democracia. Su obra
capital se llama precisamente “Democracia y Educación”(1916). Asimismo ha sido uno
de los más entusiastas abogados de la “educación progresiva", como se
llama en
EE.UU.
a la "educación nueva". Su vida entera ha estado al servicio de las
ideas más nobles y elevadas tanto en la vida política como en la pedagógica.
Por ello merece el reconocimiento de la educación y de la libertad.
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